viernes, 6 de enero de 2012

Volver, volver y volver

Se sentó sobre una colcha bordo que estaba situada junto al ventanal de su habitación, eligió uno de los libros repartidos en el suelo y comenzó a leerlo. Era un día de lluvia; el cielo estaba gris y las gotas eran más grandes de lo que ella recordaba. Cuando su cerebro asimiló la frase más hermosa de amor que creía haber leído en su vida, miró fijamente hacia afuera y lo recordó desnudo en su cama. Habían pasado ya muchos años desde su partida, pero parecía que todo hubiera sido ayer por la claridad con que recordaba su voz.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario