Porque cuando la tía llora, ahí estás vos, para preguntar por qué.
Porque cuando la tía extraña, ahí estás vos, para dar el presente.
Porque cuando la tía necesita estar sola, ahí estás vos, escondido atrás de la puerta.
Porque cuando la tía está enojada, ahí estás vos, para hacerla sonreír.
Porque cuando la tía está aburrida, ahí estás vos, para hacerla largar una carcajada.
Porque cuando la tía está fastidiosa, ahí estás vos, para molestarla.
Porque cuando la tía está cariñosa, ahí estás vos, para decir "yo también".
Porque cuando la tía no te suelta, ahí estás vos, para enojarte y darle ternura.
Porque desde el 18 de mayo del 2005, sos lo máximo en mí; el amor eterno de la tía, la calma y su base para poder sostenerse.
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